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 LOS MIL MILLONES MÁS POBRES DEL MUNDO

Los países del club de la miseria

Este "club" se refiere al conjunto de 58 países más pobres del mundo. Todos estos tienen en común una baja tasa de PIB per capita, una alta tasa de mortalidad infantil y de corrupción en sus gobiernos, además de muchos de ellos contar con una elevada tasa de conflictos. En el año 2007 el reconocido economista Paul Collier publicó un libro titulado "El Club de la miseria: Qué falla en los países más pobres del mundo". En este plasmó la horrible situación que sufrían los mil millones de personas que habitaban estos países. Sin embargo, su objetivo principal era ofrecer soluciones al estancamiento económico que sufrían, proponiendo maneras para superarlo. La pregunta es, a día de hoy, finales de 2022, habiendo pasado casi 16 desde su publicación, ¿ha cambiado algo en cuanto a la nefasta situación de estos países?

Pues bien, empecemos por el principio. El tercer mundo se ha reducido, la mayoría de países en vía de desarrollo están en proceso o han logrado ya converger con los ya desarrollados. Sin embargo con la llegada de la pandemia en el año 2020 que afectó a niveles mundiales, comenzó un proceso de concentración de la riqueza, lo que creó mayor desigualdad. Esta situación provocó que mientras se creaba un mil mill cada 26 horas en el mundo, un 99% de la sociedad vio disminuido sus ingresos y 160 millones de personas cayeron en la pobreza. Por otro lado el 0,001% de la población mundial, multimillonarios, vieron aumentar su riqueza en un 14%. Así, a raíz de la pandemia la desigualdad entre países no ha hecho más que aumentar, aunque ya estaba bastante acentuada anteriormente en muchos países, y esto presenta un grave problema para el desarrollo económico.                                                                                                    Esta desigualdad es más acusada en América Latina, afectando a países del club de la miseria como Bolivia, donde el 10% de su población más rica de su población acumula el 77% de la riqueza total, mientras el 50% más pobre apenas posee el 1% de esta. Ante esto, afirma el Banco Mundial que sin redistribución de la pobreza, jamás se acabará con tanta desigualdad económica, pues hasta ahora ningún país con altos niveles de desigualdad ha logrado alcanzar el nivel de país de altos ingresos.

En la actualidad Malawi, país perteneciente al club de la miseria, presenta un PIB por habitante de 1591$ anuales. El 85% de sus habitantes vive en zonas rurales y casi el mismo porcentaje se dedica a la agricultura. Es por todo esto que hace poco el país pasó por una crisis económica cuando sobrevino una gran sequía acompañada de una gran hambruna. Antes de la pandemia el 52% de su población era pobre y el 25% vivía en la pobreza extrema. Además el 9,5% de su población sufre sida, es decir un millón cien mil dentro de una población de solo 13 millones de personas. Todo esto desemboca en que la esperanza de vida de la población de Malawi sea de unos 65 años.                                                                                             

Otro país perteneciente al club es Madagascar, donde el 69% de sus habitantes vive con menos de 1$ por día y donde el 85% de los hogares no cuenta con luz eléctrica y solo la mitad de la población tiene acceso a agua limpia. La mala higiene ha provocado en esta isla brotes de peste bubónica en el año 2017 y del sarampión en 2019. La tasa de desnutrición era de 42% antes de la pandemia, pero empeoró en 2021 cuando un millón y medio de su población pasó por una gran hambruna por una sequía.                                                                                             La mala situación tampoco ha mejorado en países como Mozambique o Niger. Este último país es además receptor de refugiados procedentes de Mali y Nigeria, otros países muy pobres que se encuentran atrapados por la terrible trampa del conflicto.                                                                                                            A día de hoy dentro de este conjunto de países es Burundi el que peor se encuentra. Este país que sufre la trampa de no tener salida al mar cuenta con 770$ anuales por habitantes y su economía depende de la agricultura, que emplea al 90% de la población. 

Por desgracia, seguimos no solo sin ver mejoría en el club de la miseria, sino lo que es peor, viendo cómo incluso empeoran. La actuación de los países desarrollados es de vital importancia y de no actuar con tiempo la situación de los mil millones más pobres del mundo se pondrá en una tesitura aún más difícil de salvar.